Me esfuerzo realmente cada año
en el ejercicio de la tolerancia
pero sigo sin entender qué hace el ejército participando en ritos religiosos
que conmemoran tácitamente
el golpe de Estado de 1936.
Y ya si la Corona se mete en el festejo,
el escándalo está servido.
Esta semana sólo me ha faltado ver
esta foto actualizada.