Todo esto de la Korrika es simplemente otra cosa. No es lo que "parece". Es apuntarse a una manera determinada de hacer política y de utilización maniquea del euskera.
Es un movimiento en favor de una organización privada que se enfrenta a las entidades públicas que enseñan el idioma.
Es como si hubiese que defender a las
"Teresianas de la Caridad y del Espiritu Santo"
en su afan de llevarse el alumnado
de las escuelas e institutos públicos
a sus colegios privados.
Y me da pena ver a colegios, institutos o Euskaltegis sumarse a un apoyo a los mismos.
Y aunque estemos acostumbrados
a verlo en este país,
a cualquier observador extranjero imparcial,
le sorprende sobremanera
la mezcla, el dos en uno,
de un movimiento que mezcla lengua y política,
una política que ha concluido con terroristas
con delitos de sangre encarcelados,
y a los que en estas procesiones a la carrera,
les aplauden y les reivindican fuera de la cárcel,
con pancartas con eslóganes partidistas,.
Ya hace dos años, en la Korrika anterior,
el Ejecutivo de Urkullu aseguró que portar imágenes de los presos de ETA o permitir que ex dirigentes como 'Josu Ternera' porten el testigo de la carrera por el euskera sólo buscaba justificar la violencia terrorista "que durante años hombres y mujeres de esta sociedad han legitimado".
Si realmente quisiesen ser unitarios
lo lógico sería que dejasen este acto en manos de una administración unitario que nos represente a todos los euskasdunes y a los que defienden el euskera.
Pero una vez que tienes la llave del chiringuito debe de ser difícil compartirla.
Y luego algunos se preguntarán por qué a un sector de la población le cuesta acercarse a nuestra lengua.
jueves, 21 de marzo de 2024
Y luego algunos se preguntarán sorprendidos
por qué a un sector de la población vasca
le cuesta acercarse a nuestra hermosa lengua.
