He aquí un interesante editorial de Enric Sopena en elplural.com sobre Aznares, BBVs y demás elementos que darían argumento para una buena película de esas que aspiran al Oscar con el letrero inicial de "basada en un hecho real":
El gran salto
Francisco González fue nombrado por Aznar presidente de Argentaria, en fase de privatización acelerada. Pocos años después, FG daría el gran salto, gracias a la fusión –controlada desde la Moncloa aznarista- de Argentaria con el gigante BBV. Que quede bien claro. FG no ha llegado donde ha llegado como consecuencia de la lógica del mercado, tan adorado por la derecha urbi et orbe, sino mediante la interferencia política en el mundo de las altas finanzas. Estas gentes del PP van de liberales de boquilla y de intervencionistas en la práctica.
El prodigio
¡Qué grado tan potente de intervencionismo, el del Gobierno anterior! Aznar consiguió el prodigio de que el banco chico se comiera al grande. Admirable pirueta, que puso contra las cuerdas a deslumbrantes linajes vascos de la élite de Neguri, uno de cuyos pecados era un moderado y antiguo fervor felipista, el FG malo según el PP. El otro pecado, aparte de su condescendencia con el PNV, el de no rendirse del todo ante las presiones de Aznar en el ámbito mediático. Léase ese ámbito en clave del Grupo Vasco o, actualmente, de Vocento. Y recuérdese cómo ese Grupo fue privado de acceder a Antena 3 y a Onda Cero, aunque su oferta económica fuera superior a la de Planeta. ¿El mercado? ¡Vamos, hombre! Lo decisivo, los caprichos del Zar bushiano.
Cosquillas judiciales
Para vencer la resistencia de los Ybarra, a Emilio –presidente a la sazón del BBV- le buscaron las cosquillas, orquestadas judicialmente, de presuntas irregularidades y de ciertos paraísos fiscales. Había que doblegar pronto a los banqueros vascos y abrir las puertas del paraíso a uno de los amigos de Aznar y de Rato. Había que españolizar al BBV, como si sus principales accionistas fueran, ¡manda huevos!, abertzales. De pronto, pues, FG pasó a ser el rey del mambo bancario por obra y gracia de Aznar.
La ascensión a la cima
La ascensión a la cima de FG fue pasmosa. De agente de bolsa, enriquecido merced a una sociedad de valores vendida a Merry Lynds por más de 12.000 millones de las antiguas pesetas, Francisco González pasó a Argentaria y de allí al BBVA, donde continúa. La etapa de agente de bolsa y de su pelotazo proyecta no pocas sombras sobre el banquero de Aznar, metido en negocios opulentos, algunos años antes, con Mario Conde. Pregunten por ejemplo los escépticos por Oil D´or, repasen las hemerotecas, escudriñen sumarios, autos y sentencias. Háganlo y luego hablen.
¿Favores?
¿Le hizo favores relevantes Rodrigo Rato a FG a cuenta de determinadas contingencias fiscales en torno a su referido pelotazo? ¿Le correspondió FG al vicepresidente económico? ¿Por qué la CNMV del justiciero Conthe no llevó hasta el final las investigaciones pertinentes respecto al caso FG, reveladas por la Cadena SER? Mientras, días después, ¿fueron quemados papeles comprometedores en el fuego del edificio Windsor, en la Castellana de Madrid? ¿Casualidades?
¿Cuál fue su falta?
¿Por qué Miguel Sebastián fue cesado como jefe de Estudios del BBVA? ¿Cuál fue su falta? ¿Pronosticó un descenso en el alegre diagnóstico del España va bien de la época? ¿Quién dio la orden a FG de que fuera fusilado el intrépido Sebastián? ¿La impulsó Aznar, la encauzó Rato y la ejecutó FG? Sobre el banquero del PP se ciernen otra vez negros nubarrones. La artillería mediática está a punto de montar otro escándalo como cortina de humo y darle el tiro en la sien a Sebastián. ¡Que dimita y que no se presente a las elecciones municipales!, gritan los hinchas del fondo sur pepero. ¡Esto es peor que el Watergate!, chillan los pájaros de mal agüero. Pedro J. ya tiene otra conspiración amarilla para divertirse.
Son, en efecto, inasequibles al desaliento.
Son, en efecto, inasequibles al desaliento.