Sí, gracias. A las agrupaciones de socorro de toda índole: de Protección Civil, los Bomberos, Sanitarios, DYAs y similares, y tantos y tantos organismos con los cuales, afortunadamente, no tenemos ocasión de tener una relación estrecha hasta que nos toca de cerca un problema relacionado con su actividad. Son ese colectivo de gente del que normalmente solo nos acordamos en momentos de necesidad y realizan una función, muchas veces impagable en relación a los problemas que solucionan.
Y en su trabajo diario, la dureza de los turnos, las llamadas a horas intempestivas, las condiciones laborales no siempre bien pagadas, incluso en algunos casos a veces ni pagadas, o la escasez de material adecuado para llevar a cabo sus funciones correctamente suelen ser temas que ellos viven permanentemente.
Y en su trabajo diario, la dureza de los turnos, las llamadas a horas intempestivas, las condiciones laborales no siempre bien pagadas, incluso en algunos casos a veces ni pagadas, o la escasez de material adecuado para llevar a cabo sus funciones correctamente suelen ser temas que ellos viven permanentemente.
Y viene esto a colación porque el martes, los bomberos de Asturias, tal como comentaba ayer la prensa local, rescataron en helicóptero a un bilbaíno que se rompió la pierna en Bulnes. Un bilbaino que, por cierto, es mi hermano.
Y si el tema del rescate da, que menos, para un agradecimiento público en un comentario de Blog como éste, creo conveniente reflexionar tras este tipo de casos en lo poco que somos y lo fácil que lo tenemos todos los humanos en general para, cuando menos nos lo pensamos, decir un adiós definitivo a "este mundo cruel" del que, por cierto, nadie se quiere ir voluntariamente.
Y es que demasiadas veces nos agarramos a pijadas para autoamargarnos la existencia cuando, en realidad, en general, deberiamos de vivir mas felices y contentos por la suerte que tenemos.
¡Salud!
Actualizado el Viernes 4 :
Tal como recoge hoy EL CORREO, estas son las fotos realizadas por Sergio Campo, quien fue testigo excepcional del rescate de un bilbaíno que el martes se rompió una pierna en Bulnes. «Fui con mi aita a Picos y vimos cómo ocurrió todo. Primero, nos cruzamos con un chaval que bajaba corriendo todo embarrado. Después, llegó el helicóptero de los Bomberos de Asturias. Su labor fue espectacular. La verdad es que el terreno estaba muy mal. Luego, nos enteramos que el montañero era paisano».