El Putin ruso no es comunista ni por asomo, y la América grande de Trump no es tampoco aquel país de las libertades del que tanto presumían.
Va camino de convertirse en una autocracia que impone la voluntad del presidente sobre todo, incluso sobre la justicia.
Ambos, Putin y Trump, son grandes colegas desde hace años, como hemos repetido algunos reiteradamente.
Y sus intereses no se dirigen prioritariamente al bienestar de sus ciudadanos.

sábado, 31 de enero de 2009

Como no hay dos sin tres ...

...espero que el Sevilla el próximo miércoles le meta un gol de esos tontos al Athletic en los 150 primeros segundos.

La experiencia reciente parece demostrar que eso estimula, mejora el juego y, además, tiene final feliz. ¡Qué mas se puede pedir!

¡Aupa Athletic!