Lo dice Iñaki Esnaola (Deba, 1948), que lleva dieciocho años alejado de la actividad política pero que fue en su día un hombre fuerte en la izquierda abertzale, ex diputado de Herri Batasuna en los años ochenta. A partir de 1991 cayó en desgracia, precisamente, por discrepar de la línea oficial mayoritaria y abogar por un cambio de estrategia favorable al abandono de la violencia.
Hoy le hacen una curiosa entrevista en el Diario Vasco. Recomiendo su lectura.