El intento de intervenir en la política judía por parte de algún frustrado juez español, además de esperpéntico, debería de indignarnos.
Una justicia incapaz de tener "su casa limpia y ordenada", incapaz de juzgar a "históricos asesinos" de su propia jurisdicción (franquistas, ...), que ya han hecho el ridículo en casos recientes cuando han intentado enjuiciar a otros exgobernantes (Pinochet, ... ), cuando han querido enjuiciar actitudes políticas claramente democráticas (Ibarretxe, Lopez, ...),jueces excesivamente clementes con sus propios colegas cuando son denunciados, que amenazan con huelgas ridículas pero altamente gravosas, se atreven, en un caso de osadía que limita con lo estúpido, con llevar al estrado a un gobierno extranjero, amigo del estado, desvirtuando la política internacional del gobierno.
¿Por qué se permite que los jueces pierdan el tiempo y el dinero público en semejantes bobadas?