El esperpento que comienza hoy no creo que pase a la historia por la solidez de las acusaciones previas y mas bien será recordado por la cabezonería de unos pocos empeñados en sentar en el banquillo de los acusados o en el banco de los testigos a lo mas variopinto de la política vasca e internacional.
Y sabiendo como todos sabemos el final de la hitoria, puesto que esto no acaba aquí, sino en el Tribunal Supremo, que ya sabemos lo que opina, gastar el tiempo, y el dinero de todos los contribuyentes, en semejante mamarrachada, me parece que debería de ser, esto sí, motivo de enjuiciamiento.
No quiero repetirme con todo lo que se ha escrito, se escriba hoy o en los días venideros. No voy a darles mas canchita a los que se les cae la baba viendo entrar y salir de los juzgados a determinadas personas.
Pero si algo va a tener de bueno toda la pantomima que se monte, será que judicialmente quedará "permitido" el dialogo entre personas que quieren arreglar conflictos del ambito que sea y que los jueces que lo obstaculicen quedarán en el ridículo mas espantoso, cuando no seriamente advertidos de extralimitación irresponsable de poderes.
Estemos tranquilos, mostrémosles nuestra sonrisa mas sibilina, porque esto solo dará de sí lo que la prensa esté dispuesta a enrrollarse. Me alegra que todas las personas juzgadas, de una u otra manera, sigan pensando que volverían a hacer lo mismo en el caso de darse una situación similar.
En definitiva, aquí la que pierde una vez mas en credibilidad es la "Justicia", con mayusculas.