en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

viernes, 26 de junio de 2009

¡Cuánta estupidez camuflada entre supuestas corcheas!

Por qué en las fiestas de los pueblos y municipios del País, determinados grupos "musicales", esos que emiten un sonido cuyo volumen pondría debajo de sus camas al amanecer, cuya calidad musical es mas que discutible (En realidad no es discutible por que no existe), y que no reúne ni al 0,5% de la población del municipio de audiencia, se le permite "molestar", en el centro del pueblo a altas horas de la madrugada con sus estridencias y "provocaciones".
Nunca lo he entendido. Ni hace treinta años, ni mucho menos, ahora. Tampoco he llegado nunca a entender por qué estas majaderías nunca se organizan bajo el domicilio del alcalde de turno. 
Nunca he entendido por qué se ha de permitir esa contaminación acústica bajo la estúpida respuesta de "No seas cenizo, que solo son tres noches al año". No entiendo por qué debemos de autoflajelarnos de manera tan ridícula.
Una fiesta no tiene por qué resultar molesta para nadie pero si los afectados nagativamente superan ampliamente a los supuestos beneficiados, cualquiera en su sano juicio se replantearía organizar "putadas" semejantes. 
¿O acaso algún incauto cree que los múltiples afectados no se acuerdan de estas cosas cuando un domingo cada cuatro años caminan paseando hacia su colegio electoral?