Es dificil, desde aquí, entender lo que ayer sucedió en Honduras. Y es cada vez mas dificil resignarse a explicar lo acontecido con la justificación de las repúblicas bananeras, ni con la de que el ejercito haya sido incapaz de mantenerse al margen de un problema político que en los paises democráticos se soluciona pasando por las urnas. Lo acontecido solo puede ser condenado por cualquiera que se sienta demócrata.
Escolar.net lo explica muy bien señalando las cuatro claves para entender qué está sucediendo en aquel país:
1- Lo que había convocado para hoy, lo que los golpistas han impedido, no era la reelección permanente de Zelaya ni la presidencia vitalicia. Ni siquiera la reforma de la constitución. Lo que se votaba era un referéndum no vinculante para preguntar a los hondureños si les gustaría que en las próximas elecciones, en las de noviembre, se votase también la creacción de una asamblea constituyente que reformase la constitución. En resumen: era algo tan inofensivo como preguntar si se podía preguntar por reformar la constitución.
2- La actual constitución de Honduras establece un mandato único a los presidentes de cinco años. Zelaya termina su mandato en noviembre y, en cualquier caso, no se podría presentar a la reelección porque en esa fecha no estaría aprobada la reforma constituciónal que él propone. Como mucho, habría sido posible que en noviembre se votase la posibilidad de una reforma constitucional. Él mismo ha negado en varias entrevistas que tenga intención de presentar a la reelección.
3- El parlamento está enfrentado con el presidente entre otras cosas porque Zelaya, que concurrió a las urnas por el Partido Liberal, ha hecho después una política de izquierdas y se ha aliado con Hugo Chavez. Hace unos días aprobó una ley para prohibir que se celebrasen cualquier tipo de consultas 180 días antes de unas elecciones. Es una norma ad hoc, hecha para impedir el referéndum de Zelaya.
4- El Tribuna Supremo que ha ordenado la expulsión de Zelaya del país (según la surrealista explicación de los golpistas) no es un Tribunal Supremo equiparable a los europeos. Para empezar, porque su nombre completo es Tribunal Supremo Electoral, su composición emana del Parlamento (es decir, de los partidos que están enfrentados con Zelaya, los golpistas que hoy han dado por bueno el golpe militar) y entre sus poderes está regular las elecciones pero no detener a los presidentes electos. No es la primera jugarreta de esta “institución”. Cuando Zelaya, inesperadamente, ganó las elecciones. el TSE retrasó durante más de un mes su acceso al poder con excusas técnicas.
En definitiva, la comunidad internacional no debería permitir que determinados intereses sigan pudiendo ser protegidos por militares excesivamente tendentes a salir de los cuarteles a la primera de cambio.