El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

viernes, 4 de diciembre de 2009

Ecos y puntualizaciones

Escribir, después de lo de ayer no es fácil. Además de ser un día en el que este blog fue foco de muchas miradas, tengo que reconocer que me pasé el día alejado de la pantalla del ordenador y que fui siguiendo todo lo acontecido por el teléfono. Prometo aprovechar el largo fin de semana para ir respondiendo a todos los mensajes recibidos.

Lo primero que quiero agradecer son todas las muestras de apoyo que he recibido, tanto las públicas como las privadas, mucho mas numerosas y de diversos "formatos".

Por otra parte, hoy solo quiero hacer tres puntualizaciones o aclaraciones:

La primera. Si uno está en un bar y ve que el dueño del mismo abandona la barra, lenta pero decididamente, con la intención de golpearme y expulsarme, tengo claro que antes de que se me acerque, me distanciaré sin dejar de mirarle, y cruzaré "la linea" que divide su propiedad para evitar su zarpazo. Además conozco por experiencia la suela de su zapato y uno no está dispuesto a caer dos veces en el mismo error.

La segunda está dedicada a todas las voces que ayer me decían ayer cosas como: ¿Pero sabes bien la que estás montando? , ¡La que has liado! , ¡Esto no se hace al Partido! , ... A todos estos "mendrugos", dicho con el mayor de los cariños, solo me queda señalarles, con la esperanza de que no se queden mirando al dedo sino a lo señalado, que los únicos iniciadores de este jaleo han sido los miembros de la Junta Municipal del Partido en Sopelana, que han provocado toda esta movida sin escuchar al afectado, en este caso yo, ni los consejos que les podían dar por "arriba". La solicitud de expulsión, que es el objeto de toda esta discusión, no la he firmado yo, obviamente, sino ellos, y son ellos los únicos responsables de lo perjudicado que pueda salir el Partido por esta visión tan poco democrática de sus actitudes, tan escasamente sensible a las nuevas tecnologías, tan prepotente en sus decisiones y tan corta de miras a la hora de ponerlas en práctica. Ellos, y los que les apoyan, les sostienen o simplemente, les aguantan y callan. Desde la base hasta la puntita de la pirámide.

Y la tercera es para recordar parte del titular mio de ayer. Arrieros somos ... y en el camino nos encontraremos. La vida da muchas vueltas y no siempre van a tener la sartén por el mango los mismos "zoquetes", dicho esto último también con el mayor de los respetos y cariño.

La vida sigue ...