Al menos es lo que se puede deducir a simple vista contemplando la foto del edificio en el que se asienta la sede socialista en Durango. Que algunos vecinos ( 20091209 ) se hayan escudado en la ikurriña para mostrar su desagrado por los convecinos de lonja, sin ningún tipo de crítica a la banda, resulta inconcebible en una sociedad sana y democrática.
Llama la atención, también, que el resto de los partidos no hayan salido "todos a una" defendiendo la postura que parece más razonable: Criticando a los violentos y apoyando a sus victimas, vecinos incluidos, lógicamente.