Lo que en principio no debería de ser otra cosa que una fiesta de la cultura de nuestro País, demasiado a menudo queda manchado con reivindicaciones ajenas a la misma que enturbian los originales y honrosos objetivos de los organizadores y de quienes acudimos a visitar esta feria.
Dicho en otras palabras, casi siempre son los mismos los que terminan cagándola. Hoy tocaba no al Tren de Alta Velocidad y como medida de llamar la atención, cortar el tráfico de la zona para ganarse amigos. Evidentemente también, así les va ...