El nacionalismo, según Santiago Gonzalez, en un articulo suyo discutible pero interesante de leer, en última instancia, no es más que el resultado de dos errores gramaticales y un vicio de pensamiento. Dice el autor que creen, se refiere a los nacionalistas, que los adjetivos 'catalán', 'vasco' y 'gallego' con calificativos, cuando sólo se trata de gentilicios. Son perseverantes en el uso de la sinécdoque (tomar la parte por el todo) y la prosopopeya (atribuir a cosas o animales rasgos característicos de las personas, como el habla que los fabulistas ponían en los animales o la dignidad que los editorialistas de la docena ven en su territorio) ...... España es un chulo madrileño que acaba de sacudirle una hostia regular a Catalunya, pobre pubilla despatarrada sobre el solar patrio, con una mano -ojo al dato- sobre Mallorca. Ni tanto ni tan calvo. Ahora bien, vease que otro rasgo de los nacionalismos periféricos, siempre a juicio del autor, es la falta de empatía con sus iguales, y desde luego, en esto, sí que le doy la razón.
No cabe duda que en todo esto hay mucha autocrítica que hacer.
En cuanto a los referéndums de ayer, parece evidente que los resultados serán los esperados, pero más significativo resulta la escasa participación o el poco interés que han despertado en la ciudadanía. ¡Eso sí que es motivo de reflexión bastante mas importante que el resultado, sea el que sea!