El trolebús era un transporte de dos alturas que, a los que no vivieron bajo el "régimen anterior", les puede sonar como algo prehistórico, pero que muchos bilbaínos mas maduritos, los recordamos con cariño y cierta nostalgia.
Tal como contaba ayer la prensa, vinieron de Londres en los años sesenta, con su típico color rojo, y se incorporaron a la mayor parte de las líneas. Tenían hasta calefacción pero dicen que la falta de piezas de recambio les abocó a la desaparición en los 70. Recuerdo perfectamente como nos montabamos en "el 4", ahora 72, de Castaños a Recalde, pagando 2 pesetas el billete, y corríamos a subir al piso de arriba para viajar sentados contemplando el paisaje.
Por aquellas épocas, nuestras generaciones anteriores nos enseñaban las huellas que quedaban en Bilbao de los tranvías ya desaparecidos, pero cuyos railes todavía podian verse en varias zonas de la capital, Después vinieron loa "azulitos, aquellos pequeños buses que te paraban en el sitio donde les indicases y que fueron un símbolo de modernidad de la nueva época. Y después de estos, los autobuses mas o menos parecidos a los que ahora conocemos.
Pero la vida da muchas vueltas, y en esto también, y lo que nuestros abuelos rechazaron por motivos sobradamente justificados en su momento, vuelve al bocho retocado de cierto aire de modernidad. Así, si desde hace unos años ya podemos volver a gozar del tranvía y observamos orgullosos cómo varias ciudades vecinas nos quieren copiar y se suman a la instalación de vias en sus centros urbanos Con los buses de dos pisos parece que va a suceder lo mismo. Bienvenidos sean ambos dos "inventos" del pasado.
Tal como contaba ayer la prensa, vinieron de Londres en los años sesenta, con su típico color rojo, y se incorporaron a la mayor parte de las líneas. Tenían hasta calefacción pero dicen que la falta de piezas de recambio les abocó a la desaparición en los 70. Recuerdo perfectamente como nos montabamos en "el 4", ahora 72, de Castaños a Recalde, pagando 2 pesetas el billete, y corríamos a subir al piso de arriba para viajar sentados contemplando el paisaje.
Por aquellas épocas, nuestras generaciones anteriores nos enseñaban las huellas que quedaban en Bilbao de los tranvías ya desaparecidos, pero cuyos railes todavía podian verse en varias zonas de la capital, Después vinieron loa "azulitos, aquellos pequeños buses que te paraban en el sitio donde les indicases y que fueron un símbolo de modernidad de la nueva época. Y después de estos, los autobuses mas o menos parecidos a los que ahora conocemos.
Pero la vida da muchas vueltas, y en esto también, y lo que nuestros abuelos rechazaron por motivos sobradamente justificados en su momento, vuelve al bocho retocado de cierto aire de modernidad. Así, si desde hace unos años ya podemos volver a gozar del tranvía y observamos orgullosos cómo varias ciudades vecinas nos quieren copiar y se suman a la instalación de vias en sus centros urbanos Con los buses de dos pisos parece que va a suceder lo mismo. Bienvenidos sean ambos dos "inventos" del pasado.