El Testamento vital es la manifestación debidamente expresada de la voluntad de un individuo anticipada para el caso en que la persona no dispusiera de facultades plenas para decidir acerca de su tratamiento médico. También es aplicable a ciertas eventualidades no estrictamente médicas sino morales y espirituales (pulse aquí ver el término en la wikipedia).
Todo ciudadano tiene derecho al alivio del sufrimiento al final de su vida mediante una asistencia paliativa de calidad respetuosa con sus valores y sus creencias, expresados en ese momento o de forma anticipada en el testamento vital (instrucciones previas o voluntades anticipadas). El paciente tiene derecho a recibir información veraz sobre su proceso de enfermedad, a rechazar un tratamiento, a limitar el esfuerzo terapéutico y a elegir entre las opciones disponibles, como la sedación terminal.
Así que para terminar de momento mi lista de deseos, una defensa del Testamento Vital, su difusión y puesta en marcha mayoritaria es otro de mis deseos de este 2010.