Llevar 'burka' en los espacios públicos en Francia supondrá una multa de 750 euros, si sale adelante el polémico proyecto de ley que el Gobierno espera presentar durante los próximos días.
La multa se aplicaría a cualquier persona que, en la vía pública, lleve el rostro "integralmente tapado" y el texto prevé además una sanción "agravada para una persona que obligue a una mujer a llevar un velo integral.
Esta iniciativa ha surgido cinco años después de la prohibición del velo islámico y de los signos religiosos en los centros públicos franceses. Sarkozy calificó esa prenda como un "signo de servidumbre", contrario a la "idea de la República francesa sobre la dignidad de la mujer" y declaró que "no es bienvenido en el territorio francés".
Sin duda, nuestros vecinos galos nos llevan varios años de ventaja. Y por aquí algunos siguen mezclando religión y libertad, velocidad y tocino.