Mañana sábado, aniversario del famoso 11-S se van a producir, en mi opinión dos barbaridades que sus autores pretenden convencernos de que lo hacen en nombre de la Libertad y, la verdad, me cuesta creerlo.
La primera la tenemos cerca de casa, se trata de la decisión judicial de prohibir la "mani" convocada por "Adierazi EH". Ningún lector de este blog dudaría sobre mi "no presencia" en la misma, pero de la misma manera creo que, desde los textos legales que nos amparan, debería de permitirse la citada marcha.
Probablemente a la misma, además de indudables demócratas simpatizantes de Aralar, EA Lokarri, ELA, etc ..., acudirá más de un simpatizante de la "izquierda abertzale ilegalizada". Nadie lo duda. Pero eso no es causa suficiente para impedir la marcha.
La segunda de las barbaridades tiene una localización mas lejana. La quema de libros por parte de un grupo religioso. Nada nuevo desde ese campo. Lo llamativo del tema es que los libros que quieren quemar son la "biblia de la competencia", en este caso, unos "coranes". Y eso, a algunos de los afectados, no solo no les hace gracia, sino que les estimula para cometer alguna barbaridad mayor. Si a esto añadimos que ese "rifi rafe" puede afectar a la "estabilidad mundial", todos nos deberíamos de sentir un poco afectados y solicitar a la autoridad competente que no se escude en la teórica libertad y prohíba semejante provocación, estúpida e innecesaria.