Seguimos en plena polépica manteniendo arrinconada a la polírica.
No entiendo muy bien cómo conseguir que seamos la última comunidad en gestionar las políticas activas de empleo puede ser considerado un triunfo, ¿Para quién? ¿Para los que han estado gobernando treinta años y no han conseguido consensuar algo tan básico? ¿Para los que, aparentemente, si no se les agarra, hipotéticamente, de los huevos parecen incapaces de "soltar" una transferencia?
¿Han tenido que cambiar radicalmente de posición unos y otros, gobierno y oposición, pasando a ser oposición y gobierno, para reconocer que hablando pueden llegar a interesantes y buenos acuerdos entre ellos?
¿Por qué el PNV se empeña una y otra vez en aparecer como simples mercenarios dispuestos a venderse en Madrid al mejor postor aparentando darles lo mismo unos que otros, ridiculizando la acción política basada, al menos parcialmente, en las ideologías?
¿Por qué el PSE-EE ha tenido que ser "humillado" y silenciado en esta compra venta por amigos y adversarios políticos?
¿Por qué el EBB insiste en intentar convencernos de que solo "su" grupo vasco fuerte en Madrid puede "arrancar" las "transferencias pendientes"?
Creo que a corto plazo habrá interesantes sorpresas.
