Jose Antonio del Moral en Cybereuskadi ha publicado una serie de preguntas y respuestas sobre la situación del conflicto vasco. Coincido en lo fundamental y creo recomendable su lectura :
¿En qué consiste el conflicto vasco?
¿Qué ha cambiado en los últimos años?
Entonces, ¿ETA se está rindiendo?
¿Qué es una rendición lo más honrosa posible?
¿Entonces no va a haber negociación?
¿Y qué van a hacer los terroristas a partir de ahora?
¿Pedirán perdón a las víctimas?
¿Se presentará Batasuna a las próximas elecciones?
¿Qué deben hacer los políticos mientras tanto?
¿Y a qué han venido las declaraciones de Eguiguren y Rufi Etxebarria?
¿Qué ocurriría si ETA vuelve a actuar?
¿Por qué ETA habla de un “alto el fuego permanente, general y verificable”?
¿Qué tiene esto que ver con Bruselas y Gernika?
¿En qué consiste el conflicto vasco?
A nivel militar, en que dos partes combatan entre sí. Por una parte, ETA con sus terroristas y por otra el Estado con sus policías y servicios secretos, ayudados también por los de otros países. Para los que creemos en la democracia, los buenos son los polis y los malos son los otros. Obviamente, ellos ven las cosas al revés.
A nivel político sucede lo propio, pero con muchos más matices, puesto que hay muchos más bandos. Así, un votante de Aralar o de EA es independentista pero no a cualquier precio.
¿Qué ha cambiado en los últimos años?
Básicamente, que uno de los bandos ha ganado el conflicto militar. ETA casi no tiene capacidad operativa y la sensacion de derrota ha invadido a sus tropas, tanto las activas como las pasivas (los presos). Como en todas las batallas, la guerra psicológica ha jugado un papel fundamental.
En el campo político, además, la izquierda abertzale cada día tiene más claro que la batalla militar ya no sirve. En su momento fue útil para paralizar Lemóniz y para desviar la autovía de Leizarán, que son las dos únicas victorias de ETA. Pero hace 20 años que el terrorismo no consigue ningún objetivo político. Es más, observan que en Cataluña, donde no hay violencia, se avanza más rápido hacia la independencia.
Está confirmado que los simpatizantes de Batasuna han dejado de creer en la vía armada. Incluso que han llegado a amenazar a ETA con retirarle públicamente su apoyo y empezar a condenar sus acciones. Y sin apoyo popular, ETA no tiene sentido, pues no deja de ser un grupo armado que supuestamente representa(ba) al pueblo.
Entonces, ¿ETA se está rindiendo?
En principio, sí. Derrotada militarmente y sin apoyo popular, a ETA no le queda otro remedio que obtener una rendición lo más honrosa posible. Además, lo que busca ahora es desbloquear la otra batalla, la política. Es precisamente en este campo donde se han producido los principales avances en los últimos años, en la medida en que la izquierda abertzale ha constatado que la continuación de su lucha pasa por desarmar a ETA.
Digamos que les ha quedado claro que el conflicto vasco solo puede sobrevivir a nivel político y que eso pasa por que la banda desaparezca. La firmeza con la que han actuado los partidos en los últimos años ha sido muy importante para que este mensaje cale. El éxito electoral de Aralar, que no deja de ser un partido que recorrió el mismo camino hace años, también ha influido.
¿Qué es una rendición lo más honrosa posible?
Es aquí donde debe situarse el comunicado de ayer. No dice nada nuevo porque la honra lo impide. Una rendición honrosa es un oxímoron. Es decir, que rendición y honra son incompatibles. ETA nunca se va a rendir oficialmente. Lo que sí va a hacer es lanzar mensajes de que va a dejar de matar y, ahora también, de extorsionar. Pero el mejor mensaje es el hecho de que lleve trece meses sin asesinar a nadie. Como dijo Eguiguren, ETA se irá poco a poco disolviendo como un azucarillo en un café. Nadie debe esperar comunicados espectaculares.
¿Entonces no va a haber negociación?
Sí que la habrá. Fundamentalmente para evitar que algún loco siga matando en nombre de una ETA renovada o de cualquier otro símbolo. Para evitar eso, es preciso ir convenciendo a los generales de la banda de que poco a poco vayan entregando las armas. Muchos de ellos están en las cárceles, pero irán poco a poco saliendo con permisos o reducciones de condena. Tiempo al tiempo. Si los generales se rinden, la infantería lo hará. Así ha sido en todas las guerras. Insisto: que nadie espere comunicados grandilocuentes.
En relación con una posible negociación, hay que recordar las palabras del vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez: “Si ETA deja las armas definitivamente y de verdad, la sociedad vasca y la española serían generosas para ayudar a la integración social” de personas vinculadas a la organización.
¿Y qué van a hacer los terroristas a partir de ahora?
Algunos de ellos se prejubilarán, lo que en el fondo pasa por que el Estado les garantice una pensión. Otros montarán negocios con dinero de los fondos reservados o quizás también de lo obtenido del impuesto revolucionario en los últimos meses. Y otra parte importante podrán ocupar puestos políticos. Sin ir más lejos, Aralar ya ha repartido cargos en la Diputación de Alava y en varios ayuntamientos. En cualquier caso, es muy importante que todos encuentren una actividad a partir de ahora, que todos tengan algo que hacer que no sea lo único que hacían hasta ahora: disparar o fabricar bombas.
¿Pedirán perdón a las víctimas?
No creo que suceda. La honra lo impide. Al menos, a corto plazo. Sé que hay que mimar a las víctimas, pero sería poco práctico exigir semejante esfuerzo a un ex terrorista. De todas formas, lo que no puede conseguirse a nivel colectivo (como ETA) sí es más factible a nivel individual. De hecho, la fórmula ya existe: los presos pueden firmar una “carta de arrepentimiento” que les permite acceder a diversos beneficios penitenciarios y mejoras en sus condiciones de vida.
¿Se presentará Batasuna a las próximas elecciones?
No creo que sea realmente tan relevante. En el fondo, estoy convencido de que para ETA esto no tiene mayor importancia. Recordemos que lo que busca es una salida honrosa y el desbloqueo del conflicto político. Sin prisa pero sin pausa o, en su idioma, Jotake. Yo sí creo que es importante que Batasuna se presente para que haya unos cuantos que puedan comer del erario público, lo que siempre resulta ser un mensaje positivo.
¿Qué deben hacer los políticos mientras tanto?
Tener mucha paciencia, que siempre es una gran virtud. Tendrán que ir haciendo pequeñas concesiones para que los terroristas vayan viendo que el conflicto político se va desbloqueando y que hay otra forma de hacer las cosas. Lo del referéndum no es necesario, aunque con los años llegará, con la naturalidad con que se celebró en Quebec.
ETA llegó a aceptar en su día que la territorialidad (unión de Navarra e Iparralde a la Comunidad Autónoma Vasca) es imposible y es consciente de que una victoria nacionalista en las urnas en el Parlamento de Vitoria daría alas a sus causas políticas. La paciencia pasa también por lograr cierta estabilidad política y es ahí donde debe interpretarse el apoyo del PNV al Gobierno de Zapatero. Está claro que, con discreción, se están cocinando muchas cosas por detrás nuestro.
¿Y a qué han venido las declaraciones de Eguiguren y Rufi Etxebarria?
Probablemente, se trata de argucias para acelerar la posibilidad de que Batasuna se pueda presenciar en las próximas elecciones. No les doy mayor importancia, aunque me sorprendió mucho la aparición de Eguiguren en televisión con un pseudo-papel de portavoz de ETA. Otra teoría plausible es que estuviera allanando el camino a la posterior presencia de Rufi Etxebarria en ETB.
¿Qué ocurriría si ETA vuelve a actuar?
No gran cosa. Tan sólo que tardaríamos más tiempo en zanjar el tema definitivamente. ETA no ha actuado en mucho tiempo y hoy en día está prácticamente muerta. Es como parar a un profesional durante dos años. Después no podría volver a su actividad normal por falta de preparación.
¿Por qué ETA habla de un “alto el fuego permanente, general y verificable”?
En este caso, las palabras tienen su importancia y requieren un análisis:
- Es alto el fuego, que es terminología de guerra para enarbolar una bandera blanca.
- Es permanente, que significa que no va a terminar mañana ni pasado mañana.
- Es general en la medida en que no sólo se refiere a los tiros y bombas sino también a otras acciones de guerra como el impuesto revolucionario.
- Es verificable en cuanto un grupo de mediadores internacionales y teóricamente neutrales van a poder comprobarlo con sus propios ojos.
¿Qué tiene esto que ver con Bruselas y Gernika?
En los últimos meses se ha hablado mucho de dos documentos ratificados en Bruselas y Gernika y que tienen relación directa con el comunicado de ayer:
- La declaración de Bruselas fue promovida en marzo de 2010 por el mediador surafricano Brian Currin, que actuó por iniciativa de Lokarri, para dar a ETA una oportunidad de verificación de un alto el fuego. La suscribieron un conjunto de expertos internacionales entre los que figuran varios premios Nobel.
- El acuerdo de Gernika fue firmado en setiembre de 2010 por Aralar, EA, la antigua Batasuna, Alternatiba (una escisión de Ezker Batua) y Abertzaleen Batasuna (partido de Iparralde), además del sindicato LAB y otras organizaciones sociales, para pedir a ETA (formalmente también al Gobierno central) un alto el fuego permanente, unilateral y verificable. El mensaje de fondo era: “Dejad de matar y podremos conformar una alternativa independentista con capacidad de ganar unas elecciones”.
Otro documento no tan conocido pero no menos importante es el que firmaron recientemente Rafaela Romero, esposa de Jesús Eguiguren y socialista, y Rebeka Ubera, de Aralar, a favor de la paz. Decían cosas como: “La tan ansiada paz será construida por toda la sociedad desde el respeto, desde la aceptación del otro, desde la diferencia (…) diferenciando la confrontación política y electoral con la pacificación”. Es decir, que distinguían claramente entre las dos batallas: la militar y la política.