El Gobierno y los agentes sociales han llegado esta madrugada a un principio de acuerdo en el ámbito del diálogo social, según informa el Ministerio de Trabajo e Inmigración. Yo creo que lo primero que pactaron fue el momento en el que iban a ponerse oficialmente de acuerdo. No hay pacto histórico que no sea fruto de muchos días de intenso trabajo y cuya fumata blanca no aparezca hasta el último segundo del plazo mutuamente acordado. Hay que dejar claro que el pacto "ha sido costoso, doloroso y fruto del intenso trabajo realizado por la comisión".
Zapatero ha perdido el futuro, pero no el olfato. Así lo dice Alberto Ayala en su crónica. No es lo mismo reformar las pensiones por decreto con una fenomenal bronca social que en compañía. Y ahí el necesitado presidente ha sabido encontrar y persuadir a otros dos necesitados: los sindicatos y la patronal. CC OO y UGT salieron tocados de la fallida huelga general de septiembre y zaheridos por los sectores más conservadores. Joan Rosell necesita llevar a la CEOE a una nueva etapa tras el negro mandato de Gerardo Díaz Ferrán.
Con este escenario, al PP no le quedará más remedio en los próximos días que acercarse al gran pacto social. Y a los de la huelga de ayer, bastante más parcial que general, les queda el raca-raca y conformarse con los "espejismos" que dicen ver.