Paul Ríos indica desde Lokarri que en 2010 se han producido tres novedades que han sido decisivas para romper la situación de bloqueo en el que se encontraba el proceso:
-la Declaración de Bruselas, -las nuevas alianzas producidas entre diferentes
-y la nueva estrategia de Ezker Abertzalea (la ilegalizada).
Y llego a la conclusión de que debemos vivir en países distintos, porque tanto la declaración famosa como las alianzas y estrategias señaladas no dejan de ser sino curiosidades del momento, si olvidamos lo que ha sido fundamental en todo esto. El proceso de paz se reduce en realidad a que la policía, los jueces y la propia ciudadanía han sido capaces, por vez primera en la historia, de debilitar a ETA de forma extraordinaria. Ahí se ha originado el estreñimiento. Y no hay más: todo lo demás son adornos navideños.
Por otro lado, la izquierda abertzale ilegalizada se encuentra con la paradoja de que si pueden presentarse a las elecciones sería muy bueno para la sociedad, porque un sector importante de la misma podría tomar parte en el juego democrático y darse cuenta de que los pactos y la actividad ejercida en libertad requieren algo más que declaraciones apocalípticas. Pero para ETA y para la izquierda abertzale aceptar eso equivaldría a aceptar que se ha equivocado durante años. Y eso nunca es agradable: sobre todo si las meteduras de pata se han hecho a costa de dejar muertos y víctimas por el camino.