La apuesta por la profundización en la Democracia debe de ser incuestionable. Cada vez se oye más las frases: "La solución está en manos de tecnócratas", "Hay que quitar a los políticos y poner técnicos".
La trampa es tan evidente como especialmente malintencionada. Habrá que quitar de las instituciones a chorizos, jetas o incapaces, pero ya solo falta que nos digan, vestidos con traje o uniforme militar: "Habéis sido unos vagos, tenéis que trabajar más, dejar de votar tonterías y dejarnos a nosotros decidir vuestro futuro". Los ejemplos griego e italiano son especialmente peligrosos.
Marcar diferencias entre personas cualificadas para gobernar en momentos de crisis y personar tan cualificadas como las anteriores y que además hayan demostrado en un momento deternminado una disposición a participar en el ruedo político dentro de una sigla es una trampa democrática evidente. Tecnicos excelentes que han demostrado en todos los partidos del abanico parlamentario capacidad de gobernar y de dirigir entidades públicas o privadas los tenemos en todas las organizaciones políticas. Cristina Garmendia, Rodrigo Rato, Josu Jon Imaz, y cantidad de personas comprometidas en diferentes formaciones son ejemplo de lo que comento. No caigamos en la trampa de la "tecnocracia" y apostemos sin duda por personas capaces apoyadas por los partidos más representativos de la sociedad.