El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

martes, 8 de noviembre de 2011

Ecos del debate


Un encuentro que gracias al entrevistador, comenzó con un alarde lingüístico que llamó la atención por su deferencia a los vecinos italianos y portugueses olvidando cualquier gesto al resto de las lenguas de la península. Curioso.

Una cita donde el entrevistador sobraba. "Rbcb" le "robó" el papel y no lo hizo mal de cara al público interesado en romper ese protocolo estrecho y aburrido. Lo que pasó es que se olvidó de parte del suyo que no era otro que convencernos de que el mejor presidente sería él y a veces sí que dió por sentado que Rajoy olía a Moncloa.

El del PP, desde mi punto de vista no lo hizo bien. Confundió dos veces el nombre de su contrario, no era capaz de expresar tres ideas sin mirar a sus papeles, se mostró tedioso, aburrido y como uno de los mejores "raca raca" de la década, y eso que ha tenido competencia, pero aun así, creo que no perdió ni un solo voto.

Por el contrario, "Rubal" mostró su capacidad dialéctica, muy didáctico, animó el dialogo, supo atacar y mostrar las debilidades del contrario, pero aun así, no se si consiguió volver a acercar a todo esa parte del electorado que tras estas dos últimas legislaturas se ha ido distanciando de su partido.

En definitiva, ni un comentario sobre el 15-M, sobre los ladrones y rufianes incrustados en sus filas, sobre los nuevos retos democráticos que vienen de la mano de las nuevas tecnologías, y poco margen a la polírica. Si me gusto, sin embargo, la puerta entreabierta que dejó Rubalcaba a iniciar una racionalización de los gastos militares. Me gustó. No se cuántos "rapapolvos" habrá recibido por ello.

Además, demasiado protocolo, derroche innecerario de un pastizal en época de crisis y una parafernalia mas acorde a una reunión del G-20 que a dos candidatos que actuaran al dictado de lo que en esas reuniones se acorde.