en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

lunes, 9 de abril de 2012

"Ecos" del Aberri Eguna


Un año más, al día siguiente del "Aberri Eguna" traigo la reflexión que cada vez tiene más eco en la red y en la sociedad, lo que debería de hacer pensar a unos y a otros. Esta vez lo recojo de la reflexión que ha dejado Mikel Arana escrita en su blog:

Al contrario de lo que ocurre con la Diada en Cataluña o el día de Galicia, en Euskadi, tan nacionalidad histórica como las dos anteriores, no tenemos un día así. 
Existe el día de Euskadi que se inventaron hace un par de años el PSE y el PP y que el 25 de octubre conmemora la aprobación del estatuto de Gernika y luego tenemos el Aberri Eguna, o día de la patria vasca, que sólo celebran los partidos nacionalistas, si bien, en el pasado, tanto el PCE-EPK como el PSE lo celebraron.

Es decir, que somos la única Comunidad Autónoma del estado español o el único país, aquí cada uno que elija, sin un día de celebración conjunta. Vamos, que ni para los festejos somos capaces de ponernos de acuerdo. 

No niego ni la validez ni la legitimidad de ninguna de las dos fechas, bueno la del 25 de octubre es algo más forzada (al fin y al cabo fue aprobada por un mayoría raquítica del Parlamento y dudo que se mantenga si el PSE y PP no siguen gobernando en Euskadi) pero desde mi punto de vista, lo que Euskadi o Euskal Herria, cada uno como prefiera, necesita, es un nuevo día en el que con mayor o menor entusiasmo las diferentes sensibilidades políticas de país podamos confluir. 

No espero que nadie se sume al día del otro, ni al Aberri los nacionalistas españoles, ni al día de Euskadi los nacionalistas vascos. Tampoco sugiero que nadie deje de celebrar el suyo propio, quien quiera celebrar el Aberri que lo haga y quien quiera celebrar el día de la hispanidad que lo haga también. Hablo de un día que nos permita celebrar a todos y todas que somos una colectividad, pueblo, nación, país o CCAA, cada uno que le llame como le dé la gana, y que podamos hacerlo de manera conjunta. 

Creo que la mejor manera de construir país es buscar elementos en común que redunden en la mejora de la convivencia y no siempre elementos que lo dividan. Eso sí, si algún día se avanza en la definición de un día común que sea laico y no como el Aberri Eguna que se celebra el domingo de resurrección.