El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

jueves, 19 de abril de 2012

La familia real es la menos real de todas las familias


No se enteran de nada. Las infantas no saben nada, no han oído nada, no tienen ni idea de nada de lo que pasa en el mundo real. Ni en el de la realeza ni en el de la realidad.
La infanta Elena dijo ayer que no ha oído nada de las críticas dirigidas a su padre por la cacería de elefantes en Botsuana. La infanta no sabe nada de elefantas. Dice que no se ha enterado porque estaba trabajando. Debe de ser de las pocas que trabaja en su familia. Bueno, y en este país. Pero qué extraño trabajo ése que te aísla del resto de tus congéneres y que hace que no te enteres de nada. Aunque ahora que lo pienso, no es tan extraño, eso es la monarquía: ocuparte tanto de tus propios asuntos que no tienes tiempo ni ganas para los asuntos de los demás. Por eso su padre se ha ido tan tranquilo a ejecutar elefantes por un riñón mientras a su país le sacan el suyo con recortes elefantiásicos ejecutados a punta de recortada. Por eso el rey se va a una clínica privada mientras a su pueblo le dicen que va a tener que repagar por los medicamentos hasta un 60% más. Por eso al rey le atienden los mejores médicos mientras al resto de abuelos de su edad les dice hoy el gobierno que van a tener que repagar el 10% de sus medicamentos. Supongo que de eso tampoco se ha enterado la infanta. Estará trabajando.
Su hermana parece que tampoco se entera de nada. Aunque su firma y su nombre figuran en los negocios de su marido, ella parece que no sabía nada, que no sabía de dónde salían los 7 millones de euros para pagar su casa  ni cómo se había enriquecido su matrimonio en los últimos años. A lo mejor estaba trabajando y por eso no se enteró. Sin embargo, esta semana el ex socio de su marido ha presentado unos correos electrónicos que en los que ella y su padre aparecen implicados como mediadores para favorecer una gestión de su marido, el presunto jugador de talónmano. No se entera ni de lo que hace. Eso ya es grave. 
También es grave que el rey pidiera un comportamiento ejemplar a su yerno en su discurso navideño y una prueba documental le presente como valedor de esos negocios que la Casa Real calificó como “mal ejemplo”. O sea que si esto es cierto, la Casa Real habría llamado “mal ejemplo” al rey. Qué cosas. Habrá que esperar a lo que dictaminen los jueces. Les recordaré que el rey les ha dicho que “todos somos iguales ante la ley”.