Podría pasar por los campos de fútbol como el excelente deportista que es. Nadie en su sano juicio, duda de su maravilloso fútbol y de sus genialidades con el balón entre las piernas. Pero que fácil. también recordarle por la cantidad de estupideces que hace en el campo a lo largo de todo un partido, amén de los ataques de chulería, prepotencia y falta de educación. De ser admirado por sus cualidades a dar asco y repugnancia por sus actitudes hay mucho mas que un paso, pero CR7 consigue que esto último prima sobre lo anterior. Y ayer en San Mamés fue todo un ejemplo de ésto.
Va camino de convertirse en una autocracia que impone la voluntad del presidente sobre todo, incluso sobre la justicia.
Ambos, Putin y Trump, son grandes colegas desde hace años, como hemos repetido algunos reiteradamente.
Y sus intereses no se dirigen prioritariamente al bienestar de sus ciudadanos.