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La sentencia del caso X ha asestado un buen golpe a la teoría de la ignorancia de las esposas como estrategia de defensa en casos de fraude o corrupción.
El tribunal ha considerado en este caso que de ninguna manera cabe aceptar que mujeres de elevada posición económica, buen nivel de estudios, que se manejan con soltura en la gestión de bienes y servicios financieros, puedan ser tratadas como lerdas ignorantes sometidas a la voluntad de sus maridos, incapaces de detectar la corrupción que tan buena vida les proporciona y carentes de cualquier voluntad a la hora de obrar y estampar su firma en negocios y transacciones.
¿Por qué X es igual a Gürtel y no es igual al Caso Urdangarín? Asignatura pendiente.