Han transcurrido 146 días desde aquel 23 de julio.
Aquella misma noche vimos que los números daban.
Que iban a tener que hablar mucho.
Pero la conclusión era evidente.
A se apoyaba a Sanchez o Feijóo Presidente.
O dicho de otra manera aun más terrorífica.
O se apoyaba a Sanchez o Abascal Vicepresidente.
Todos los partidos lo han entendido.
La escenificación política, a mi gusto, ha sido excesiva,
pero este país parece que necesita de amenazas y aspavientos,
y si los dejamos a un lado, toda la teatralidad innecesaria,
por lo demás, todo ha ido razonablemente bien.
Soy consciente de que algunos seguirán tocando las narices,
pero esperemos que tanto Podemos, independentistas y PNV
no se pasen de la raya. Todos sabemos lo que hay al otro lado.
Y si eso nos arrastrase a todos los demás,
NUNCA se lo perdonaríamos. Y lo saben.
Aquella misma noche vimos que los números daban.
Que iban a tener que hablar mucho.
Pero la conclusión era evidente.
A se apoyaba a Sanchez o Feijóo Presidente.
O dicho de otra manera aun más terrorífica.
O se apoyaba a Sanchez o Abascal Vicepresidente.
Todos los partidos lo han entendido.
La escenificación política, a mi gusto, ha sido excesiva,
pero este país parece que necesita de amenazas y aspavientos,
y si los dejamos a un lado, toda la teatralidad innecesaria,
por lo demás, todo ha ido razonablemente bien.
Soy consciente de que algunos seguirán tocando las narices,
pero esperemos que tanto Podemos, independentistas y PNV
no se pasen de la raya. Todos sabemos lo que hay al otro lado.
Y si eso nos arrastrase a todos los demás,
NUNCA se lo perdonaríamos. Y lo saben.