Creo que hay muchas razones para votar afirmativamente y posibilitar la investidura y la formación de un nuevo Gobierno progresista. Razones que en mi caso no se basan ni en la “sumisión acrítica al líder”, como alegan las derechas, pues no la he practicado nunca en mis años de militancia, sino en el convencimiento pleno de que esos acuerdos son muy positivos para el país en su conjunto.
La primera, el propio programa acordado con Sumar. Un programa de izquierdas, si se quiere incluso en algunos aspectos moderado, que tendrá que aplicarse en un probable escenario de ajuste fiscal impuesto por la Comisión Europea.
Una segunda razón del apoyo a estos acuerdos tiene que ver con las propuestas que se hacen en relación con la cuestión territorial y el "problema catalán" y la posibilidad de integrar a los partidos independentistas en la gobernación de España.
Y hay una tercera razón de fondo que me mueve a apoyar decididamente los acuerdos: la necesidad de que España siga manteniendo una posición de liderazgo en Europa, frente a la expansión de la extrema derecha en Europa y el condicionamiento que supone para el posibilismo de la derecha popular europea.
