día las elecciones en EE.UU.,
y que nos afecta mucho mas de lo que pensamos.
Llevamos todos estos días en todos los medios, en todas las televisiones, con el tema de Barbara Rey. Es un hartazgo que roza el esperpento.
Pero pocos hablan del Rey Emérito y su comportamiento, cuando es el verdadero culpable de todo lo ocurrido.
¿La censura sigue vigente?

domingo, 13 de octubre de 2024

La Fiesta Nacional ... y lo de siempre ... y lo de nunca.

 La Patrulla Águila pintando de rojigualda el cielo ante un público emocionado, el paracaidista con la bandera, que esta vez no choca contra un poste y aterriza bajo los aplausos de unos asistentes entregados al ejercito español ... no ha podido ser, por culpa de PerroSánchez  (¡que te vote Txapote!) para algunos o de la climatología para los más listos. Pero no ha podido ser.
Por otra parte, el vestido de la reina que, por cierto, se ha alejado de su puesto porque "se mojaba" y eso una reina que se precie no puede permitirse, el gesto cómplice entre el rey y la princesa, la legión con la cabra (La cabra, la cabra, la p...) y los renovados abucheos al presidente del Gobierno (¡fuera, fuera!) que un año más, se han podido ver y escuchar. Los saludos forzados entre algunos y los abrazos entre otros porque saben que les están sacando la foto que hoy saldrá en la prensa que leen sus seguidores.
Con eso y un poco de adorno ya tiene el periodista hecha la crónica del día de la Fiesta Nacional, casi la podía dejar entregada antes de empezar toda la patochada y aprovechar el festivo para descansar. 
Aunque sea una visión especialmente torticera y parcial de la Patria, algo que les interesa recalcar a algunos/as patriotas de pulsera.

Ejércitos por aquí y ejércitos por allá, como si la Patria, la Nación o el coño de la Bernarda lo formasen solo ese tipo de gente.
Pero claro, si se manifestasen profesores/as, médicos/as, trabadores/as de fabricas, de la construcción, de supermercados, trabajadores/as de hostelería, cuidadores/as, etc ... igual no sería tan aparente aunque sí mucho más cercano a la realidad.

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