¿Quien nos iba a decir a nosotros hace tan solo unos pocos años que todo un símbolo como el Queen Elisabeth II, enorme y majestuoso, nos iba a vivitar, con todo lo que implica, varias veces al año?
Visitas fugaces, de un día. Euskadi puede ser, y debemos de intentarlo con todas nuestras fuerzas, un referente turístico de calidad. Estamos en el buen camino. Este es un buen ejemplo.
La foto recoge el momento de su marcha, hoy a la tarde, y cómo podía ser despedido desde la atalaya de Sopelana del "viejo lobo de mar".