El Ayuntamiento de Antzuola (Gipuzkoa), gobernado en minoría por ANV, ha rechazado hoy la "moción ética" que exige la dimisión de los ediles que no condenen la violencia, al recibir sólo el apoyo de los representantes de los promotores, PSE-EE, de un concejal del PNV, y abstenerse otros dos del PNV y los de EB-Aralar.
La imagen que se está dando, además de mostrar las contradicciones internas de unos y otros, dejan en muy mal lugar la reputación de los partidos, constatando que solo hay un partido en este pais que ha mantenido la misma posición en todas las instituciones y ayuntamientos donde se ha cuestionado la moción.
Primero fue Egibar que no, luego el PP que se abstenía, el PNV corrigió y anda, según se nos cuenta, entre el apoyo y la abstención según quienes sean los concejales, EB-B también colabora sensiblemente a desorientar al personal y los de EA y Aralar pues mas de lo mismo.
No es fácil, observando estas dinámicas, entusiasmar a la ciudadanía en esto de la "cosa pública". Y a veces incluso parece una confabulación "masónica" entre el resto de los partidos para ponerles a los de la rosa "a huevo" esas aspiraciones que ya no disimulan.