Ibarretxe ha asegurado en la fiesta de "konpondu" que le resulta "difícil pensar" que el próximo viernes, cuando se debata en la cámara vasca el proyecto de Ley de Consulta, "un sólo parlamentario" se oponga al mismo, y ha dicho preferir seguir pecando de "ingenuidad" antes que imaginar a un "demócrata" que se niegue a "oír al pueblo". ¡Y dale!
Ciertamente, con este escaso margen de maniobra difícilmente nadie se va a animar, no ya a discutirle nada a nuestro Lehendakari, tampoco nos anima a mantener una discrepancia, dentro de los cauces democráticos, en algunas tácticas políticas que nos propone, porque preguntarse "qué tipo de demócratas" somos los que nos mostramos en contra de esta experiencia no me parece de recibo.
Pero yo tampoco me rindo fácilmente. Me explico.
Yo personalmente le invitaría a que, siguiendo sus palabras, abandone por un tiempo esa "ingenuidad" de la que nos dice peca, dé vacaciones al grupo de asesores, consejeros y amigos que le rodean cotidianamente, y escuche, sí, escuche a esa gran cantidad de gente, que desde todos, absolutamente todos los grupos políticos democráticos, le llevamos diciendo desde hace meses que así no se hace país, que la discusión no está en consulta sí o no, ¡jolines!, que el problema está en "cómo" se ha llegado a la consulta.
Que nadie dice que consultar sea malo, que lo que decimos los que nos oponemos a "esta" consulta es que falla por la base porque no recoge el suficiente apoyo político necesario para esta historia. Que no quedan mas "narices" que reconocer que se ha empezado mal, que se ha seguido peor y que el resultado nunca va a poder ser bueno. Que hay que empezar de nuevo, y agrupando a mas gente y mas diversa. Y todo lo demás es hacer perder el tiempo al país y a sus gentes. Y lo que es peor, frustrarla. Porque no te quepa duda, Lehendakari, que con esta historia solo cabe adivinar a medio plazo un gran sector de la población desengañado y difícilmente recuperable para la "lucha" política democrática.
Nota :
A veces yo mismo me veo un poco repetitivo en mis comentarios, pero visto que los titulares de las noticias diarias siguen con el "tema", no seré yo el primero que me canse en responder que el problema está en pasar de la mitad del país, y al que insiste en eso yo ya no le llamaría "ingenuo", le llamaría otra cosa.