en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

sábado, 21 de junio de 2008

Rajoy mata al padre en legítima defensa

Lo más interesante del proceso que vive el PP, congreso incluido, es la liberación que ha experimentado Mariano Rajoy, que por primera vez parece ser dueño de su propio destino y se dispone a asesinar de una vez por todas al padre -si no lo ha hecho ya-, con el que dice que se lleva bien sin llegar a tener una relación intensa. Lo de matar al progenitor debió de ponerse de moda al mismo tiempo que Saturno se zampaba a sus retoños, y ha de considerarse legítima defensa. En este sentido, Rajoy y Aznar llevan más de cuatro años perdonándose la vida, y a sus últimos encuentros ya sólo les faltaba una ambientación adecuada, como la banda sonora de Terror en Amytiville, para comprender que se mascaba la tragedia.

De lo primero que se ha liberado Rajoy ha sido del miedo, hasta el punto de que tras perder las elecciones todos suponían que perdonaría el bollo por el coscorrón y, sin más, rendiría el fuerte, y Esperanza Aguirre izaría su bandera, y esta foto sería portada en El Mundo, y el injuriador de la COPE lo comentaría en su tertulia después de la publicidad de Cepsa. Pero, hete aquí, que al gallego le salió el carácter entre las volutas del habano y decidió resistir el asedio con el resultado ya conocido. Las de Villadiego, ni loco; bien está San Pedro en Roma.

(Leído en Escolar.net)