"La realidad política en Euskadi ha cambiado. Nos encontramos ante un escenario más sencillo: un “triángulo”. En un vértice tenemos las dos fuerzas de obediencia estatal unidas por un pacto indisoluble. Se han unido y no se van a poder separar. Otro vértice lo ocupará el nacionalismo de compromiso democrático e institucional que lidera EAJ-PNV".
Yo creo que esta "unidad", como la gripe, aunque sea de las malas, es pasajera, y mas pronto que tarde los dolores de cabeza y la fiebre pasan al baúl de los recuerdos.
El "amorio pasajero" y "por necesidad" que viven los dos grandes ángulos estatales del rombo vasco, están mas unidos, aparentemente, que nunca, pero tampoco será la primera vez que supuestos muros inquebrantables se desmoronan al poner un cuadrito de nada.
El rombo sigue existiendo, y como tal lo tenemos que ver y actuar, en la seguridad de que solo nuestra actitud y predisposición al entendimiento, dejará al recalcitrante compañero de partido de Fraga en el escaño que le corresponde por apoyo popular, el de la honorable oposición.