Hace unos días Alain Coloma en su blog se preguntaba así: ¿qué crea mas crispación, poner la foto de un asesino, o quitarla? ¿que salgan demócratas a defender la libertad de los que ponen esas fotos, o que salgan demócratas a criticar la moralidad de esos defensores de asesinos y usen la fuerza del Estado de Derecho para que triunfe la moral sobre lo que NO ES NORMAL?
Es evidente que si se hace un análisis de la situación de la manera mas relajada posible y sin dejarse influir por circustancias cercanas al asunto, la pregunta de Alain solo puede tener una respuesta, una respuesta clara y sin "peros" ni "sin embargos" adjuntos, una respuesta que a cualquier demócrata solo le puede llevar unas décimas de segundo responder, porque nadie que reconozca el Estado de Derecho puede dudar ni un instante ante semejante despropósito.