Recomiendo la lectura del post publicado ayer por Aberriberri titulado El nuevo auto de Garzón y las detenciones. Hay que estar muy ciego para no ver o muy obcecado para no reconocer el papel que estos militantes estaban desarrollando. No lo dice el juez por deducción político-represiva-fascista-españolista. No. Los textos incautados a los detenidos lo dejan meridianamente claro. La propuesta que se traían entre manos era la repetición de la misma historia de siempre. En realidad, solo había que haber esperado a leer los argumentos del auto.
Responder apoyando a quienes, además no quieren ni oír hablar de nosotros y no dudarán en marginarnos de su estrategia en cuanto no les sirvamos como tontos útiles, me parece un enorme error que no nos permite sentirnos mas acompañados que al principio y sí mas solos que nunca.
Por último, yo también soy, tal como escribía Zubi el domingo, de los que creen que Otegi y compañía desean pasar la pagina de ETA y hacer política por su cuenta. Probablemente. El problema consiste en cómo quieren lograrlo. Tal y como se desprende del auto de Garzón, la izquierda abertzale pretende que ETA termine, como dirían los italianos, 'in ribalta', es decir, aclamada y aplaudida por el público. Y esto, que podría haber 'colado', mal que bien, en otros tiempos, resulta inaceptable en los presentes. Y alimentarles, aunque sea remotamente esa esperanza, resulta ridículo, vergonzoso y poco inteligente, además de reaccionario.