Llegó el día D, o mejor dicho, el día E de Estatuto. Al final, cada uno a su bola. ¡Lástima! ¡Qué bonita ocasión perdida! Punto de encuentro desperdiciado.
En cualquier caso, si creo que sería bueno aprender de los errores. Hoy podría haber sido uno de los días de celebración conjunta de la mayoría de los vascos. No se ha conseguido. Yo no haría de esto una cuestión de principios. Estoy de acuerdo que tenemos que buscar entre todos simbolos con los que la inmensa mayoría nos podamos identificar sin mayores problemas. Y hay que reconocer que hasta ahora no siempre se han hecho las cosas bien. Yo animaría a los que hoy en día tienen la responsabilidad de hacerlo, para que tampoco caigan en decisiones unilaterales que no sumen un consenso básico.
Y acabo con una frase de Pedro Larrea que leí ayer en la prensa: Ojalá sepamos escribir la historia en ese color que -dicen- hace felices a los pueblos, el anodino grís.