Irlanda nos ha dado el mejor ejemplo de lo que indica el titular.
Cuando un Estado reduce los impuestos al mínimo termina preso de los grupos económicos de presión mas importantes, y éstos, precisamente, no muestran especial interés en fronteras nacionales o estatales.
De lo anterior se puede deducir con bastante facilidad que aquellos compatriotas que ascienden al poder "vendiendo la moto" de promesas de bajadas de impuestos y alardeando de amor al terruño, no hacen otra cosa que venderse y vendernos al mejor postor, y éste puede tener sus intereses a muchos miles de kilometros del país en el que por sus bajos impuestos deciden invertir.