Esta semana el PNV de Sopelana nos ha metido en los buzones el típico comunicado, por el tamaño panfletazo que, si le cambias las siglas, perfectamente podría haber sido el típico panfletillo batasuno de hace unos años, con sus faltas ortográficas incluidas.
Comete, desde mi punto de vista, un grave error el partido del nuevo Lehendakari, si cree que para ganarle a los que ahora se hacen llamar "bildus" tienen que utilizar sus mismas "armas" (sin coña) y tienen que caer en la torpeza de acusarle al contrario de ser más español que él. Entre otros motivos, y por las mismas razones por las que se suele desaconsejar escupir hacia arriba, porque acusar a otros de poner la rojigualda y presumnir de no ponerla es dejar fuera de su recto camino a todos los alcaldes y altos rangos que la tienen muy bien puesta desde hace muchos años en sus respectivas entidades, como por ejemplo, y para no entrar en más detalles, el mismísimo alcalde de Bilbao o el señor de Bizkaia, Jose Luis Bilbao. ¿Acaso están en desacuerdo con estos dos últimos "indiscutibles" jeltzales?
En fin, que si yo fuera ellos, cambiaría de táctica, y procuraría trasladar a la ciudadanía sus posibles soluciones a los verdaderos problemas que preocupan a la gente de la calle. Y los símbolos, podemos asegurar sin mucho riesgo a equivocarnos, no están en el "top ten" de los "quitasueños" de sus votantes.
