El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

viernes, 18 de enero de 2013

Bildu : no hay peor cosa que engañarse a sí mismo.

Han pasado por el aro como los demás, por mucho que lo adornen, por mucho que les joda, digan lo que digan y se engañen con lo que se engañen.

La sentencia de Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sobre la ilegalización de ANV supone la guinda al fracaso de quienes querían ganar y recuperar la legalidad consiguiendo, bien facto bien de iure, la derogación de la Ley de Partidos. Lo dice Xabier Gurrutxaga claramente hoy en la prensa de Vocento.

Los estatutos de Sortu dejan claro el viraje radical al proclamar que la nueva formación se constituye conforme al canon de legalidad ordinaria y constitucional configurado por el artículo 6 CE y la Ley de Partidos Políticos y la jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional que los han interpretado, al tiempo que se afirma que el nuevo proyecto supone la ruptura con los modelos organizativos de antaño y también con los vínculos de dependencia que aquellos modelos daban lugar. 

La legalización de Sortu no es el triunfo de la izquierda abertzale sobre la Ley de Partidos. Representa la victoria de Sortu frente a Batasuna,  el triunfo del nuevo modelo que proclama la ruptura con el modelo anterior, por las dependencias y vínculos que este generaba respecto de ETA. 

De ahí que uno alucine cuando con motivo de la sentencia del TEDH, lee las declaraciones del portavoz parlamentario de EHBildu en las que califica la sentencia como ‘el último estertor de la Ley de Partidos’, a la que considera ‘está defenestrada y muerta’. 

No hay peor cosa que engañarse a sí mismo.