El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

miércoles, 30 de enero de 2013

Jonan Fernandez, de los tanques de la OTAN a Urkullu

Foto recogida de
paisvasco-informacion.com
El nuevo secretario general de Paz y Convivencia ha sorprendido a mas de uno y sin duda será sujeto de diferentes comentarios por motivo de su nombramiento.

Los que tenemos alguna cana recordamos como algunas de sus declaraciones cuando dirigía aquella "Coordinadora Lurraldea" en contra de la construcción de la autovía de Leizaran y que servía a ETA de excusa para que sus acciones terroristas aparentasen contar con apoyo popular de los movimientos sociales del momento. La más "graciosa" que recuerdo era la que nos prevenía porque aquella nueva vía serviría de rampa para que los tanques de la OTAN llegasen a Euskal Herria más rápido y nuestra libertad, en consecuencia, según él, quedaría claramente truncada. 

Y una vez que el entonces presidente del PNV, el Sr. Arzalluz, le echó un capote, y tras una "aparente" negociación, le pareció que su trabajo había dado sus frutos, a pesar de que la autovía terminó construyéndose, se autoconvenció de que su trabajo era muy positivo y construyó su propia asociación para que se negociase la paz con los terroristas. Una época en la que en cada comparecencia "inventaba" alguna palabrita que le evitase condenar sin tibiezas los asesinatos y atentados de ETA. Cuando aquella se disolvió, se montó otra para seguir presidiendo su propio chiringuito.

Todo el mundo tiene derecho a evolucionar y haber cometido "errores" en el pasado no debe de ser excusa ni impedimento para que hoy en día pueda trabajar para la paz y la convivencia en Euskadi, si bien, creo que resultaría bueno y necesario que en sus primeras declaraciones se manifieste alto y claro sobre los cuatro temas que cualquier demócrata no dudaría en firmar: la condena sin paliativos de la violencia terrorista de las últimas décadas, la disolución de ETA, previa a cualquier otro paso, el tema de los presos, que ni son políticos ni pueden ser tratados con benevolencia en tanto en cuanto se sigan manteniendo firmes en sus principios sanguinarios, y el de las victimas, todas las victimas. Me ayudaría mucho a confiar un poco más en él.