Tonia Etxarri en EL CORREO del 21-I-2013 |
Los ciudadanos demócratas han salido a la calle a manifestarse contra ETA durante más de 30 años para exigir a la banda que dejara de matar inocentes. Y sólo cuando el Estado acorraló a los violentos hasta dejarlos sin oxígeno, fue cuando los terroristas tiraron la toalla aunque sigan resistiéndose a disolverse.
Con la manifestación realizada, el pasado sábado, a favor del acercamiento de los presos de ETA al País Vasco, la izquierda abertzale pretende someter a presión al Estado de Derecho y a los gobiernos de Rajoy y Urkullu para señalar a algún culpable que justifique que el final de la violencia se encuentra en un punto de bloqueo.
La manifestación del pasado sábado a favor de los presos (algunas crónicas olvidan de adjuntar el calificativo de ETA al referirse a estos presos) cosechó adhesiones del mundo de la cultura y la farándula. Pero las víctimas del terrorismo, que se sienten ahora algo más humilladas, no tienen en su haber un listado de artistas que hayan dado un paso al frente para recordar que la Ley de Reconocimiento y Reparación (de las víctimas) garantiza el respeto de sus derechos y obliga a adoptar medidas apropiadas para asegurarlos.
EH Bildu persiste en la mentira de enfocar el punto final de la historia de ETA como un armisticio de la imaginaria tercera guerra charlista. ‘The end’. Como una película de Julio Medem. Nada que ver. Porque, para zanjar la historia del terror de ETA , sus cómplices tienen que reconocer el daño causado. En la manifestación de los amigos de sus presos no se vio ningún síntoma de arrepentimiento.