El título del post es una frase que usaba mucho un antiguo colega mio cuando quería referirse a esa gente que quería aparentar que intentaba ahorrar y ser modelo de control del gasto, ya sea a nivel personal, ya a nivel de empresa, pero que sin embargo a la primera de cambio, realizaba despilfarros más que descarados en conceptos absolutamente innecesarios, cuando no desproporcionados o "salidos de tiesto".
El caso es que la decisión tomada por Adif en relación a la cristalera de la estación de Abando, quitando la iluminación de la misma, me ha sonado a algo muy similar a los ejemplos que solía poner el colega antes citado cuando utilizaba dicha expresión.