en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

jueves, 28 de febrero de 2013

Pido la paz y entrego la esperanza


El pasado viernes, 22 de febrero, conmemorábamos el asesinato hace 13 años del excepcional político vitoriano Fernando Buesa y de su abnegado escolta Jorge Díez, y con ellos recordábamos con emoción a los cientos de personas que vieron segada su vida de un modo atroz por la organización terrorista ETA en su criminal fanatismo identitario.
Ahora vivimos tiempos de esperanza, de esperanza en alcanzar entre todos una convivencia pacífica de verdad, porque, como nos enseña Bobbio, la paz es el fin inmediato, previo y condicionante de todos los demás fines políticos, y Kant ya nos advertía de que “hasta un pueblo de demonios” prefiere la paz a la guerra, con una sola condición: que no sean demonios estúpidos.
Aquí sigue el artículo de José Angel Cuerda