Foto y texto recogido de: www.luissolana.com |
Te conozco muy bien: llevas unos meses que no paras quieta/o. Unos días luchando contra la privatización de la Sanidad; otros días tocando la bocina para que se enteren que la Educación es fundamental para el futuro. Te has parado varios días porque te han reducido algunas pagas. Andas con miedo porque tu empresa (filial de una multinacional) te ha planteado un ERE. Me da la impresión de que sólo eres capaz de salir a la calle si eres funcionario o parado; a los empleados de una empresa privada activa, ni se les ocurre moverse. Resulta que los manifestantes son todos funcionarios o pensionistas y los “perroflautas” son todos desempleados, estudiantes o disimulan. Exagero, pero ¿alguien se entera que estas cosas no pasan por casualidad?
Puede parecer sorprendente cuando tenemos la crisis que sufrimos, pero creo que nunca el poder había tenido tanto poder.
Es curioso que esto pase cuando todos los poderes (políticos y empresariales) están bajo mínimos éticos, económicos y populares: la verdad es que no se puede protestar de nada porque la protesta de puede dejar sin empleo y sueldo.
Pero resulta que hay manifestaciones que funcionan. Imposible de explicar sin que algunas gentes nos lo expliquen.
El Gobierno sabía que podría haber movimientos sociales callejeros importantes. Y preparó a la policía para que respondiera pronto y contundentemente. Se ha equivocado. Los movimientos sociales están siendo prudentes y escasamente violentos. Quiere decir que el gobierno del PP no conoce la situación de la sociedad española hoy.
Mientras muchos pensemos que las cosas pueden mejorar, nadie se echará a la calle con violencia griega.Y eso pasa todavía.
Vamos a vivir muchas manifestaciones, sin duda, pero es curioso que ninguna haya logrado lo que ha conseguido una recogida de firmas por internet más una manifestación. El gobierno sólo ha cambiado su estrategia de poder cuando se han combinado las cifras de manifestantes con las cifras de los solidarios en internet. Pensad un poco en lo de las hipotecas hace unos días.
El triunfo ( de lo que sea) se ha logrado porque en el Congreso se ha conseguido mayoría de los que opinan que el sistema hipotecario está equivocado. El triunfo final ha sido de unos (menospreciados) políticos.
Aviso a los que están hartos y quieren que España cambie: que no se olviden que la política (institucional) es básica.
“A la calle compañeros” es un grito imprescindible en esta crisis. Pero que nadie olvide que, al final, el camino más corto para resolver un problema social (o el que sea) no está en la calle, sino en el Parlamento. O mejor dicho: en la red, en la calle y en el Parlamento.
Si crees que las cosas no van bien (y no van), une esfuerzos en la calle, en la red y en el Congreso de los Diputados. O no cambiarás nada.
Este reto requiere nuevas ideas, nuevos métodos, nuevos dirigentes, nueva cultura política. ¿Cansado? pues no encontrarás la solución: te la encontrarán. Vamos a trabajar de otra manera pero con las mismas instituciones fundamentales: todas las democracias históricas han aprendido que todo se puede cambiar, pero dentro de las normas parlamentarias.
Los mimbres son nuevos, pero el cesto que tenemos que hacer tiene que parecerse al de siempre. O no habrá cambios. O no habrá Democracia.