A mi me parece que el importe de la multa, a determinados personajes del paisanaje político español, les pueden estimular a desarrollar un desahogo personal que puede llevarnos a territorios peligrosos.
A una empresa de comunicación o a una figura mediática muy reconocida esa cantidad le puede suponer lo mismo que a mí 100 €. Y tener esa repercusión mediática, sin peligro alguno de sufrir una pena que realmente le importe puede animar a más de un gilipollas a seguir sus pasos y sus métodos.