En principio los musulmanes tienen prohibidos los espejos, así que esta escena difícilmente se podría dar. Así de absurda puede ser la teología. Los que yo conozco utilizan espejos porque sin ellos es mucho más difícil salir bien peinado de casa, pero se limitan a espejos lo más pequeños posible y por el mínimo tiempo posible. Desconozco las implicaciones teológicas de este uso limitado, estas sutilezas sobre el absurdo se me escapan.