Tal día como hoy, un 22 de marzo de 2006, ETA anunció mediante un comunicado remitido a Euskal Irrati Telebista (EITB, Radio Televisión Vasca), y al diario en euskera Berria un «alto el fuego permanente» a partir del día 24 de marzo de 2006 con la intención de impulsar un proceso que culminase con un nuevo marco político.
No anunciaron su disolución, ni su intención, así que como lo que existe se usa o queda en desuso, es decir, si tienes un hierro, o lo usas o se corroe, pues decidieron que era mejor utilizarlo. Y como la negociación, entonces, no la veían clara, el 30 de diciembre de 2006, la explosión de una furgoneta bomba en el Aeropuerto de Barajas supuso el fin del alto el fuego permanente, punto en el cual el Gobierno dio por terminado el proceso. En este atentado murieron dos personas, que desgraciadamente, solo fueron las primeras de otra lista sanguinaria.
Años después, cuando observaron que lo tenían claramente jodido desde todos los puntos de vista (militar, político, social, económico, ... ) volvieron a anunciar otra tregua. Eso sí, antes, previamente, lo adornaron con un pequeño circo mediático, al que muchos entraron al trapo, Iglesia católica incluida, con afamados "mediadores" internacionales, y con unas semanas de plazo, como si lo estubiesen decidiendo, anunciaron un "cese definitivo de la actividad armada", si bien reafirmaban su decisión de no disolverse "ni por el forro de los cojones", con lo cual, la credibilidad, dada su historial, es la que es.
El caso es que de momento no matan, pero nadie puede asegurar que una mosca cojonera, un mal día, decida limpiar el hierro, le entre morriña y haga una tontería.
Que se disuelvan, lo anuncien, y que dejen de tocarnos los puntos suspensivos con sus comunicados.